Este 1ro de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, Tomar Acción por el PRO Act
Este nuevo presidente y congreso nos traen una gran oportunidad para definir el legado de aquellos en el poder. Ambas partes pueden optar por representar una agenda popular o proteger a la clase adinerada y corporativa. Pueden luchar por los trabajadores o se pueden aliar con los explotadores.
A pesar de otorgar el paquete de estímulo más grande al pueblo estadounidense, nuestro congreso y presidente han fallado en conceder lo que los trabajadores en verdad necesitan: un sueldo mínimo de $15 por hora.
Un aumento del sueldo mínimo para poder operar un negocio y emplear trabajadores legalmente hubiera asegurado que la próxima inflación no perjudique a la clase trabajadora. Entre la recesión del 2008 y los paquetes de estímulo económico para contrarrestar los efectos del coronavirus, hemos visto trillones de dólares salir del Departamento del Tesoro de EE. UU ser inyectados a la economía, pero comparado a los pocos miles que recibimos (más para las personas con hijos u otros dependientes) más toneladas de dinero vimos entrar a los bolsillos de los más ricos de la clase capitalista.
A menudo, aquel trabajo que se denomina “esencial” es el mismo trabajo que no ha visto un aumento de sueldo en las últimas décadas. Muchos lugares han visto serios retrocesos para la clase trabajadora. La propuesta del aumento del sueldo mínimo a $15 por hora murió en el Senado estadounidense. Murió por la hostilidad del Partido Republicano; murió por la traición de demócratas como el Senador Joe Manchin y la Senadora Krysten Sinema; murió por la indiferencia generalizada del Partido Demócrata a las prioridades de un movimiento proletario; murió porque incluso nuestros mejores defensores fueron incapaces de poner la presión necesaria para aprobar esta humilde reforma económica – una reforma que hubiera al menos mejorado un poco las condiciones del trabajador.
El momento ya pasó y hay que aprender. Estamos en una nueva era. Durante la mitad del verano pasado vimos varios episodios de resistencia popular en las calles en medio de una pandemia. El pueblo peleó con valentía por lo que considera justo. Nosotros, como movimiento laboral, debemos unirnos y formar un movimiento nacional democrático de trabajadores.
La Ley de Protección del Derecho Sindical (PRO Act, por sus siglas en inglés) ha sido un proyecto de ley desde el 2019. Es una ley muy extensa que permite que los trabajadores se organicen para tener un mayor poder de negociación colectiva ante el empleador.
El proyecto de ley trae penalidades civiles a los empleadores que despidan a sus trabajadores por tratar de formar un sindicato.
Hará que un contratista general sea responsable por las prácticas laborales ilícitas de un subcontratista. Las agencias de empleo temporal ya no podrán hacer el trabajo sucio de los contratistas. Ambos serán considerados “empleadores adjuntos”.
Restringirá la muy amplia categoría de “contratista independiente” para trabajadores de bajo sueldo, como por ejemplo es el caso de las aplicaciones Uber y Seamless, para que así esos trabajadores puedan tener derechos de negociación colectiva.
Dificultará que los empleadores desestimen los votos de sus empleados cuando estos voten por un sindicato y protegerá el derecho de los trabajadores a buscar sindicatos que los representen.
Eliminará las muy destructivas leyes de “derecho al trabajo” (Right-to-work) en 28 estados.
Forzará a aquellos empleadores que negocian de mala fe, a arbitrar con los sindicatos.
Otorgará mayores protecciones a los trabajadores durante huelgas laborales, dándonos el derecho a “boicots secundarios”.
Este proyecto de ley es especialmente importante debido a la creciente monopolización de varias industrias por parte de compañías como Amazon. Como pueden leer en estos puntos, el proyecto de ley otorga un mayor poder dentro de los parámetros legales a la clase trabajadora. Por eso es importante que nosotros, los militantes sindicales de base, agitemos y movilicemos a nuestros compañeros para presionar al Senado a aprobar la Ley de Protección del Derecho Sindical.
Para poder hacer esto, debemos hacer que la directiva sindical rinda cuentas a nuestros intereses generales – nuestros intereses comunes como sindicalistas – por todo ese dinero que han puesto dentro de los bolsillos de esos políticos. La inactividad no es una opción.
Debemos hacer un llamado a nuestras locales para ver lo qué están dispuestos a hacer para luchar por el PRO Act. Debemos llamar a nuestro respectivo Consejo Central Sindical (CLC, por sus siglas en inglés) de la AFL-CIO y exigir conocer sus planes. Debemos presionar hasta los más altos escaños de nuestros sindicatos y organizaciones laborales para concentrar la totalidad de nuestras fuerzas en un impulso nacional para luchar por este proyecto de ley.
¿Y quienes serán el blanco de esta lucha? Los políticos, particularmente aquellos en el Senado de EE. UU. Necesitamos que sus oficinas sean inundadas por nuestras llamadas telefónicas y abrumadas por nuestra presencia cuando sea necesario. Los senadores republicanos estarán en contra de esta ley. La mayoría de los demócratas estará a favor, pero habrá aquellos que no la apoyarán, aquellos demócratas centristas como Joe Manchin.
Sin embargo, incluso aquellos demócratas quienes apoyan la medida no pelearán por ella sin una movilización masiva de trabajadores.
Por esta razón llamamos a todos los que lean esto a movilizarse para este 1ro de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, a las oficinas de los senadores por todo el país.
Nuestros objetivos son simples, enfocarnos en aquellos políticos en los cuales depende el futuro de este proyecto de ley. Si lo aprueban, solo necesita la firma de Joe Biden para convertirse en ley, y así pondremos fin a las leyes de “derecho a trabajar”, la protección de protestas de disminución de producción y la habilidad de llevar a cabo boicots secundarios como sindicatos. El mundo será nuestro para ganar.
En preparación estaremos formando un comité ad hoc nacional iniciado por frentes de Democracia Laboral para construir nuestros esfuerzos nacionales para luchar por el PRO Act. Estamos dispuestos a asistir y ayudar a todos aquellos que buscan lo que queremos – lo que necesitamos – como trabajadores.
¡Únete a la lucha este 1ro de mayo!
¡Dejémosle saber a los senadores que nuestros sindicatos darán pelea!
¡Luchemos por Democracia Laboral!